14/1/16

ESE SITIO

Hay sitios que inspiran. Sitios dónde se concentran tal cantidad de almas y piernas pensantes que no las podríamos contar. Sitios dónde puedes disfrutar de un silencio ruidoso y un sonido silencioso. Escuchas historias curiosas y anécdotas ajenas. Incluso si eres cotilla puedes leer los pensamientos de otros seres parecidos a ti. Estos sitios son las estaciones. Lugares oscuros que a veces parece que tu única compañía es una voz artificial que te suena familiar.

Observas pies, abrigos, bufandas, prisas, nervios, bolsas, enfados, carpetas, sonrisas, bicicletas, maletas y pasos y más pasos. De pronto tu atención se desvía. Un extraño se sienta a tú lado. Pelo corto rizado salido de la chica de ‘Grease’. Pendientes de largos de perlas que parecen lágrimas de colores. Una diadema que no la encontrarías en ninguna tienda. Vestido con un estampado anticuado digno de una buena alfombra. Medias naranjas. Mocasines gastados que parecen tener una gran historia. ¿Hacia dónde se dirigirá?

En estos sitios puedes compartir asiento con almas que pueden estar viviendo días históricos sin que te des cuenta. Ella es una actriz que la acaban de seleccionar para rodar una película. Es una bailarina que la han llamado de una academia importante de danza. Ha conseguido el trabajo de sus sueños. Acaba de sacarse el carné de conducir. Su hermano se ha curado de una enfermedad grave. Ha conocido el amor de su vida. Qué más da. Anuncian tu tren, te levantas y desapareces de aquél sitio como han hecho tantas piernas pensantes antes que tú. Desapareces sin dejar rastro o recuerdo alguno en aquél lugar grande que todo el mundo parece saber dónde va y tener claro hacia dónde se dirige, sin recordar que el camino de la vida es verdaderamente incierto.

En ese sitio todos somos iguales y diferentes a la vez. Nuestros caminos también se bifurcan para siempre. Quizás hoy eres tú el que vive un día histórico, quizás piensas que hoy es el primer gran día del resto de tu vida.


¡Un abrazo!

27/11/15

CUESTIONARSE EL MUNDO

Las preguntas mueven el mundo, hacen que siga girando y a su vez que las sociedades avancen. Es tan importante cuestionarse la realidad que nos rodea que vivimos en un mundo que ha surgido de las preguntas.

Si cuando se le cayó una manzana en la cabeza a Isaac Newton no se hubiera preguntado el por qué, nunca hubiera formulado la teoría de la gravedad, un conocimiento que tenemos todos interiorizado hoy en día. Lo mismo pasa con muchos inventores y estudiosos de la historia, pasando por Einstein, Gutenberg o Alexander Fleming. La cuestión, la curiosidad o el deseo de saber más los llevó a descubrir grandes conocimientos muy importantes para el avance de la humanidad.

Dejando a un lado los descubrimientos e inventores podríamos hablar de grandes filósofos, políticos o sociedades revolucionarias. Las preguntas de los filósofos les llevaron a formular teorías por las cuales son famosos hoy en día como Aristóteles, Platón o Sócrates.

Grandes políticos y sociedades revolucionarias cuestionaron la realidad en que vivían y tenían un gran afán de cambiar las cosas, estos detalles hicieron que influyeran en el curso de la historia o de su país caminando así hacia un mundo mejor. Claros ejemplos los encontramos en Nelson Mandela, que cambió el curso de la vida política de Sud África luchando contra el sistema político de l’apertheid. Podríamos destacar la sociedad francesa en su famosa revolución o cuando se produjo la revolución industrial en Inglaterra.

Tan importantes son las preguntas que debemos luchar contra países, entidades, religiones, organizaciones y todo lo que se os pueda ocurrir que no de libertad de pensamiento, libertad para cuestionar lo establecido, libertad para preguntarse cada uno lo que le de la real gana. Las preguntas hacen que nuestra sociedad progrese hacia un mundo mejor y es totalmente ilícito que se prohíba la libertad de pensar de los individuos. Cabe destacar que hay maneras igual de intolerables que la prohibición de negar la libertad de pensamiento cómo podrían ser las presiones sociales, las limitaciones de derechos políticos o las imposiciones de conocimientos en educación.

Se debe luchar por las libertades. Vivimos en un mundo lleno de injusticias y desgracias que en muchos lugares está mal visto cuestionarse la realidad. ¿No se deberían defender la libertad de pensamiento y las preguntas viendo dónde nos han ayudado a llegar históricamente? Suerte que siempre hay personas que les gusta romper con lo establecido.


¡Un saludo!


M.

10/11/15

AMANTES DE LO COTIDIANO

Somos seres rutinarios. Todos y cada uno de nosotros tenemos una rutina cotidiana a la que, sin querer, amamos.

Defendemos que de vez en cuando nos gustan los imprevistos pero que, por favor, no nos quiten ese café de cada mañana. Decimos que nos gustan las sorpresas pero que no nos roben nuestro tiempo inútilmente al que cada día dedicamos a lo mismo. Nos encanta el placer de abrir la puerta de aquello al que llamamos hogar y pensar: “que bien, ya estoy en casa”. Nos tumbamos en el sofá normalmente a la misma hora cada día y no podría describir con palabras como nos gusta esto después de aquél día tan duro. Arreglarnos nos captiva, pero que nada ni nadie nos robe esos zapatos tan cómodos que llevamos cada día.

La rutina nos da estabilidad. Echamos en falta nuestra cotidianidad cuando estamos fuera del que llamaríamos “zona de confort” o “nuestro territorio”. Porque esa “zona de confort” nos hace sentir seguros y que estamos como en casa, pero de verdad, amigos amantes de lo cotidiano; a veces que te alteren tu cotidianidad te hará abrir los ojos, te permitirá tomar aire fresco y te dará nuevas visiones. Porque, en realidad, ¿qué es nuestra casa, nuestro hogar, nuestro territorio? ¿una vivienda? ¿otra persona? ¿nuestros propios huesos?

La desconexión y los cambios tienen cosas que no nos gustan pero siempre, siempre nos van a aportar algo nuevo ¿y para que estamos aquí si no es para intentar aprender a vivir?

Lo más curioso es que una vez adaptados a un cambio se vuelve a convertir en cotidiano y rutinario porque estamos hechos para ser amantes de lo cotidiano, y no podemos evitarlo.


Con amor desde un tren de este maldito mundo,



M.